Sofía sentía profunda curiosidad por conocer a su profesor de filosofía, así que decidió escribirle una carta para invitarlo a tomar una taza de café, dejó la carta en el buzón, pero esto fue inútil ya que el filósofo le respondió la carta negandose, mandó a su perro Hermes a entregarle la carta, ésta decía que ya llegaría el día en el que ellos se conocerían.
Un momento después recibió otro sobre amarillo, para volver a la filosofía, En estas hojas el filósofo le empezó a hablar acerca de los tres filósofos más grandes de la Antigüedad: Sócrates, Platón y Aristóteles. Estos filósofos dejaron, cada uno a su manera, sus huellas en la civilización europea.
A los filósofos de la naturaleza que son aquellos vistos en las cartas anteriores, se les llamó a menudo presocráticos, porque vivieron antes de Sócrates (470 - 399 a. C), este personaje es quizás el más enigmático de toda la historia de la filosofía. Sabemos que nació en Atenas y que pasó la mayor parte de su vida por calles y plazas conversando con la gente con la que se topaba. Los árboles en el campo no me pueden enseñar nada, decía. A menudo se quedaba inmóvil, de pie, en profunda meditación durante horas. También se decía de él: "Se puede buscar y rebuscar en su propia época, se puede buscar y rebuscar en el pasado, pero nunca se encontrará a alguien con él". Y, sin embargo, fue condenado a muerte por su actividad filosófica.
La vida de Sócrates de conoce sobre todo a través de Platón, que fue su alumno y que, por otra parte, sería uno de los filósofos más grandes de la historia. Platón escribió muchos diálogos -o conversaciones filosóficas- en los que utilizaba a Sócrates como portavoz.
Pag. 68 - 77
1 comentario:
Esta muy interesante, empiezas a descubrir un nuevo mundo, empiezas a entender la filosofía de una forma más facil.
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